miércoles, 29 de enero de 2014

Las excusas que dan los papás y otros adultos para no comprar libros para niños


Las excusas que dan los papás y otros adultos para no comprar libros para niños


¿Tus papás, abuelos, tíos y otros adultos no quieren comprarte libros?
Este es el momento de enterarte cuales son las excusas que usan y usarán para no hacerlo. Después de leerlas, ponte a pensar qué les puedes decir cuando las usen.
Te lo dejo de tarea aunque no tienes que apuntar nada ni te voy a hacer un examen...
Claro que hay papás y otros adultos que permiten que sus hijos escojan libremente lo que quieren leer y compran algunos de ellos: Ojalá los tuyos sean así, pero hay muchos que son todo lo contrario.  Por eso te recomendamos que, antes de ir a una librería o a una feria de libro (como la Feria Internacional del Libro Infantil y Juvenil FILIJ), ahorrares tus domingos para que puedas comprar el libro que más te guste. Si ahorras bastante dinero, ¡te puedes comprar más!
Acércate a los estantes y mira lo que hay, saca el libro que te llama la atención, míralo con detenimiento y lee la contraportada y las primeras hojas para ver si te late. Si no, regrésalo a su lugar y busca otro. Capaz que tienes autores favoritos y puedes buscar otro libro de ellos. También puedes sacar libros de una biblioteca o los puedes intercambiar con tus amigos. Y, además de los libros de narrativa, no se te olvide que hay libros informativos maravillosos que puedes disfrutar igual que un cuento.
Entre las excusas más comunes y sin un orden especial, están las siguientes:
1.     Cuestan muy caro.
2.     ¡Ese libro no! Tiene demasiados dibujos. Tú ya eres grande, tienes seis años y debes leer algo con puras letras. Sí, ya sé que ese te gusta más pero mira, aquí está uno muy gordo, muy barato y te va a durar más. Y no me importa que llores porque este es el que vamos a comprar.
3.     ¿Para qué quiero que te diviertas?
4.     Leer es perder el tiempo.
5.     Prefiero comprarte un juguete, aunque sea mucho más caro, porque siquiera lo usas más.
6.     No te gusta leer. Una vez te compré un libro que a mí me gusto y a ti no. Lo dejaste botado por ahí y tuve que forzarte a leerlo. Por eso ya no te compro libros.
7.     Puedes aprender cosas que a mí no me convienen.
8.     Te diviertes igual viendo la televisión y no me cuesta nada.
9.     No tengo lugar para guardarlos en la casa. Además, se llenan de polvo y hay que limpiarlos.
10.  Los libros se rompen, se desgastan y se deshojan.
11.  ¿Un libro sin texto? ¿Para qué? No voy a comprar un libro de puros dibujitos y sin palabras.
12.  Si lees mucho, no juegas con tus amigos.
13.  Se te acaban los ojos de tanto leer. ¡Imagínate! Tendré que comprarte anteojos…
14.  Cuando tenías un año te compré uno de esos libros pop-up y lo rompiste en dos minutos. Por eso, aunque ya pasaron muchos años, seguro vas a hacer lo mismo.
15.  ¡Uuuuy! Si vieras cuántos clásicos te he comprado, de esos que yo tuve que leer en la escuela cuando era niña, y ni siquiera los quisiste abrir. Más bien los usaste para jugar. Ya sabes, construías torres y después los tirabas a pelotazos. ¿Para qué gasto comprando libros nuevos si estoy seguro que no los vas a leer?
16.  ¿Para qué? Yo no leo y de todos modos me gano la vida.
¿Ya pensaste en que les vas a responder?
Mándame tus sugerencias y después te diré las mías.

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